LA EDUCACIÓN TÉCNICO PROFESIONAL
El presente trabajo aborda la modalidad de Educación
Técnico Profesional, y tiene el propósito de describir las innovaciones que en
materia normativa y curricular se vienen desarrollando, destacando
especialmente sus implicancias en el campo de la enseñanza y la formación
profesional. En esta línea se plantea el estado de situación de la docencia en
la ETP, y la implementación del Programa Nacional de Formación Docente Inicial
para esta modalidad en la jurisdicción, como instancia de formación pedagógico
didáctica y de actualización científico tecnolólogica a la que acceden los
docentes y que contribuye a mejorar la calidad
educativa.
Introducción
La
Educación Secundaria Técnica y Secundaria Agraria tal como se conoce hoy, es el
resultado de un largo proceso en el que
se conjugaron razones sociales, políticas económicas y culturales como claves
que posibilitaron su desarrollo y expansión. Ligadas al desarrollo tecnológico
y productivo, por momentos fueron la
esperanza de crecimiento y desarrollo para el país, por otros simplemente una
orientación educativa que batallaba ante la indiferencia de quienes la
conducían a un lento pero certero vaciamiento. Asimismo, los efectos de políticas neoliberales en un
marco de globalización creciente implicaron aún más la calidad de la educación,
en notoria desventaja en relación a los avances del conocimiento científico y
tecnológico. En este proceso la identidad de estas formaciones de la modalidad
de Educación Técnico profesional fueron cambiando hacia nuevas configuraciones.
Pero más allá de los avatares propios de nuestra historia educativa, hoy se reconoce una intencionalidad
diferente, los nuevos marcos legales y curriculares, que partiendo del
reconociento de esta historia, ofrecen un margen de cambio e innovación que
posibilitan reposicionar a las escuelas ante los desafíos que hoy deben
enfrentar en materia educativa, contribuyendo
a mejorar su calidad y aportando al crecimiento y desarrollo productivo
de nuestro país, a nivel local, regional, provincial y nacional.
Los
marcos legales
La
Educación Técnico profesional es actualmente una modalidad del nivel secundario
que comprende la formación técnica, agraria y
profesional. La ley de Educación Técnico Profesional Nº26.058/05, la ley de
Educación Nacional Nº26.206/06, y la ley
de Educación Provincial N° 13.688/07,
constituyen el marco regulador que
define una política educativa nacional,
federal y provincial de la ETP.
La Ley de Educación
Técnico Profesional N° 26.058/05 tiene como finalidad
regular y ordenar la Educación Técnico Profesional en el nivel medio y superior
no universitario del sistema nacional y la formación profesional. Para ello
define una política nacional y federal a fin de mejorar y fortalecer la ETP en
el nivel medio y Superior no universitario y su formación profesional. Su
ordenamiento contempla la articulación con ámbitos científicos, tecnológicos de
la producción y del trabajo.
La ETP se plantea como un derecho y una
oportunidad de aprendizaje, de desarrollo de capacidades, conocimientos
habilidades y destrezas, valores y actitudes relacionadas con los desempeños
profesionales, en el marco de la educación permanente. También refiere a la
intencionalidad de mejorar y fortalecer a las instituciones de ETP a través de la
aplicación de programas específicos. Se
propone regular la relación entre educación y el mundo productivo, profundizando
la cultura del trabajo y la producción para el desarrollo sustentable. Todo lo
expuesto en un marco que posibilite la inclusión educativa, con equidad, calidad , eficiencia y efectividad
contribuyendo de este modo a generar mayor inclusión social.
La Ley de Educación
Nacional ( cap.VI art.38),
define a la ETP como modalidad de la
Educación Secundaria, porque representa una opción de la educación común que
atiende a requerimientos específicos de la formación de Técnicos Medios o
Superiores en`áreas ocupacionales específicas y de la formación profesiona.
La
LEN debe regirse en concordancia con la Ley de Educación Técnico Profesional N°
26.058 .
La Ley de Educación
Provincial (cap.VII, art. 36) se plantea en concordancia con las leyes
referidas y entre sus propósitos alude a la formación de Técnicos medios y
superiores atendiendo a las necesidades y potencialidades del contexto
socioeconómico, local, regional y provincial y acorde con los procesos
científicos y tecnológicos de desarrollo e innovación productiva en un marco de
inclusión, calidad y justicia social. Asimismo incluye la necesidad de aportar
propuestas curriculares diversas de acuerdo con los contextos socioeconómicos
particulares, la formulación de proyectos de mejoramiento y fortalecimiento
institucionales, la articulación con programas de educación secundaria,
superior y formación profesional con ámbitos de la ciencia, tecnología y
producción, y recuperar y desarrollar propuestas pedagógicas y organizativas
que profundicen la formación de técnicos para la promoción del desarrollo rural
a través del asociativismo o cooperativismo.
Mas
allá de las especificidades de cada marco normativo todos sostienen el mismo propósito para la
educación técnico profesional: el desarrollo integral de los alumnos y de las
capacidades profesionales que garanticen
la inserción al mundo del trabajo y la educación permanente.
Sobre la igualdad,
inclusión, calidad…
Retomando la Ley de Educación
Provincial, el cap. VII, art.36 Educación Técnico Profesional, propone instancias que garanticen los
derechos de igualdad, inclusión, calidad y justicia social de todos los jóvenes,
adolescentes, adultos y adultos mayores que componen la comunidad educativa de
la provincia de Bs As como elemento clave de las estrategias de desarrollo y
crecimiento socioeconómico de la provincia y sus regiones.
Por su parte la
Ley de Educación Técnico-Profesional en el cap VII el art. 40, refiere a la
igualdad de oportunidades. Señala que se implementarán acciones específicas
para garantizar el acceso, permanencia y completamiento de los trayectos
formativos para los jóvenes en situación de riesgo social o con dificultades de
aprendizaje. Para ello incluye diferentes componentes como materiales, traslado y sistemas de tutorías.
En primer lugar,
estos conceptos aluden a un derecho. La
igualdad es pensar desde el lugar de iguales, todos los sujetos debemos tener
las mismas oportunidades educativas y la escuela debe ofrecer una enseñanza
mejor, poniendo a los jóvenes en contacto con mundos, mundos de conocimientos,
de lenguajes disciplinarios, de culturas diferentes, mundos a los que no accederían si no fuera por la
escuela. (Dussel-Southwell [1])
La educación
como acción igualadora es la que pone a disposición de los sujetos, textos y
lenguajes que los habilita para algo más que una repetición, es la posibilidad
de crear condiciones que habiliten un futuro mejor.
En este sentido
también se piensa en una escuela que garantice el derecho a la calidad e
inclusión. Cabe señalar que el éxito del sistema educativo en las primeras
décadas del siglo XX, fue su capacidad de prometer el ascenso económico y
social de las clases más desfavorecidas, en la actualidad la escuela no puede
prometer dicho progreso, ya que estudiar medicina y ser doctor no garantiza
dicho ascenso, pero también es real que no ir a la escuela o su abandono
temprano asegura fracaso y exclusión.
Las escuelas de la
modalidad técnico profesional, tienen a diferencia de las escuelas comunes, un
valor agregado que consiste en la formación específica, en el desarrollo de
ciertas capacidades necesarias para desenvolverse en el mercado laboral, dar
continuidad a los estudios iniciados, y también asegurar una educación
permanente.
La institución educativa sigue siendo el espacio
privilegiado para la socialización y la transmisión cultural, una herramienta
poderosa, que puede convertirse en obstáculo o posibilidad para que los alumnos
puedan implicarse como ciudadanos activos en la modificación o conservación de
su entorno cultural. En este sentido la escuela debe enfrentar el desafío de
llevar adelante su reorganización
cultural desde el marco curricular,
entendido éste como el espacio apropiado para dicha intervención.
Consecuentemente las escuelas deben
apropiarse de estos propósitos explicitados en los marcos curriculares
específicos, y hacer currículum en la escuela, es decir,
partir de las prescripciones para pensarlas recuperando la historia
institucional, el saber y experiencia de los docentes y los alumnos, los
contextos particulares, y sobre esa información tomar decisiones que
contribuyan a la adecuada implementación
de modo de garantizar las finalidades que se persiguen. (Nóvoa. 1999)[2].
[1] Inés Dussel; Myriam Southewell. “La escuela y la igualdad: renovar la
apuesta.” En Revista El Monitor Nº1. Año 2007. Ministerio de Educación de la
Nación. Pcia de Bs. As.
[2] Novoa, Antonio. (1999) “Os profesores”. En Educacao e Pesquisa. (Vol
25, Nº1 enero-junio. Reeditado por la revista española Cuadernos de Pedagogía
(Nº286, diciembre de 1999).